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CONVIVENCIA CON OTROS ANIMALES
Muchas veces queremos adoptar una nueva mascota a nuestra familia. Pero hay veces en las que nos frenamos, por el hecho de no saber si nuestras mascotas, las que ya tenemos en casa, se van a adaptar al nuevo inquilino y si vamos a ser capaces de enseñarles que a partir de ese momento son familia y, no deben enfrentarse.
En un primer momento será complicado para todos, tanto para los animales como para ti. No siempre las bienvenidas son cálidas y amistosas y menos, cuando se trata de gatos. Estos son animales muy territoriales, no les gusta que lleguen nuevos miembros para ocupar su espacio y eso, puede causarnos problemas, ya que tardaran un tiempo en acostumbrarse a esta nueva situación.
CUANDO MI GATO ES EL QUE LLEGA NUEVO
Cuando traemos al gatito nuevo a casa, hay varias cosas que hay que tener en cuenta. En primer lugar, si en casa tenemos ya más mascotas tendremos que tener mucho cuidado a la hora de introducir al nuevo animal en casa.
Sería conveniente, unos días antes traer mantas con el olor del gato nuevo, para que los que ya están en casa se puedan ir acostumbrando. Si en casa tenemos ya más gatos, este paso será crucial para poder minimizar el estrés para ambas partes.
Cuando el gato ya esté en casa, lo recomendable es que los primeros días le mantengamos alejado, es decir, le dejemos en una habitación separada, ya que así los gatos se van oliendo y van entendiendo que hay alguien nuevo en casa, sin tener que enfrentarles desde el principio sin haberse acostumbrado siquiera a su olor.
Tras unos días, podremos comenzar a abrir la puerta y que los gatos vayan interactuando poco a poco entre ellos. Lo más importante es no intentar adelantar este momento. Es decir, deberemos tomar las medidas necesarias y no por intentar adelantar el proceso de adaptación, este terminará antes y lo haremos mejor.
Cuando ya tengan su primer cara a cara, seguramente el gato que estaba antes en casa, lo bufe o le gruña, porque al haber otro animal en casa intenta proteger su territorio. Podemos llamarle la atención e intentar que esos momentos de tensión no acaben en algo más grave. Pero siempre dejaremos a los gatos su espacio para que se vayan acostumbrando.
Hay veces que las sensaciones son muy hostiles, es decir, el gato que ya estaba en casa, no le deja comer, no le deja acercarse a su arenero o no se separa de él, teniéndolo siempre vigilado. Es una actitud muy propia de los gatos, no debemos preocuparnos en exceso, siempre que el comportamiento no se vuelva obsesivo o agresivo, tanto con el gato nuevo como con nosotros.
Pasados unos días, todo comenzará a volver a la normalidad, los gatos interactuarán entre ellos y entenderán que son parte de la misma familia.
En el caso, de que tengamos ya un gato en casa, por ejemplo, y nos llegue un perrito, los pasos a seguir son los mismos. Bien es cierto, que hay que tener mas cuidado porque los perros suelen ser más activos y más bruscos y eso al gato le puede molestar más aún. Por eso es importante los primeros días tener especial cuidado porque, si por alguna razón comenzará alguna riña entre ellos, nos podemos encontrar con algún susto e incluso alguna visita al veterinario, porque se hayan podido pelear o el perro lo haya podido morder o el gato arañarle en alguna zona complicada.
PRECAUCIONES A TENER EN CUENTA
Hay varias cosas que hay que tener en cuenta. En primer lugar, tendremos que poner, por lo menos al principio un comedero y bebedero más para el gato nuevo, para evitar conflictos innecesarios por la comida o bebida. En este caso, también sería recomendable poner un arenero demás, porque puede darse el caso, de que el gato que ya estaba con nosotros al ver que otro gato va a su arenero, se dedique a hacer sus necesidades fuera de él.
Importante también dos camas, aunque más adelante seguramente los dos se acurruquen en la misma para darse calor, al principio es muy importante tener dos, para, como hemos explicado anteriormente, evitar conflictos innecesarios.
Básicamente, para comenzar vamos a tener que dar siempre el doble, es decir, intentar demostrar a ambos el cariño y la atención que se merecen.
Es muy importante, si traemos a un gato de la calle, asegurarnos de que no tiene parásitos, tanto externos como internos, para ello lo más recomendable es llevarle al veterinario para que le haga un chequeo completo y así, en el caso de que tuviera alguna enfermedad que se pueda transmitir, tratarle para que no se la pase a los gatitos que ya viven con nosotros.
También hay que tener en cuenta, las vacunas, al ser un gato de calle deberemos ponerle todas las vacunas obligatorias, ya que no sabemos con quien o quienes ha podido estar en contacto y si esos animales, podían tener alguna enfermedad infecciosa, por ejemplo.
COMO ACOSTUMBRAR A LOS DEMAS A UN GATO BEBE
Si ya es complicado presentar a un nuevo miembro de la manada, cuando ya es un gato adulto, pues cuando es bebé es aún más complicado. Ya que normalmente, los gatos no suelen hacerse cargo de las crías. En este sentido, a no ser que tengamos mucha suerte, los gatos más bien van a pasar del más pequeño.
Eso siempre nos da un poco más de miedo, porque si se bufan o gruñen entre dos gatos adultos, nos puede impresionar, pero siempre sabremos que se van a defender, pero cuando le toca a un bebé la cosa se pone un poco más tensa.
Aún así tenemos que actuar con normalidad, probablemente el gato aún tome biberón, así que no habrá problema con el tema de la comida. En cuanto al arenero, lo único que tenemos que tener en cuenta es que los areneros convencionales, son bastante altos (si lo comparamos con el tamaño de un gato) por ello, en los primeros meses le podremos poner una cajita de cartón plana con un poco de arena y enseñarle que ahí es donde tiene que hacer pipi.
Cuando el gatito sea un poco más mayor, y coma ya pienso, le daremos uno especial para su edad, el denominado Kitty, tendremos que observar un poco la situación, porque muchos gatos meten el hocico en el cuenco de los pequeños y se comen todo el pienso. Mientras que los pequeños, en el caso de quedarse sin él no son capaces de tragar a tomarse el pienso de los adultos, porque les resulta muy tosco y denso, además de duro.
Es muy importante hacer una adaptación adecuada, tanto de los gatos que ya tenemos en casa como de aquellos que vienen de fuera. Siempre se va a generar un poco una situación de tensión, pero depende de nosotros, que esa tensión se intensifique o que pueda ser apaciguada rápidamente. Como hemos mencionado, lo más importante es la tranquilidad y calma, y no intentar adelantar los acontecimientos, todo a su debido tiempo y momento.
Todos queremos que nuestros animales sean una piña, pero hay veces que hay que esperar un poco para poder ser una familia y eso no es malo.
